castroverde |
CONTACTO
Dirección: Plaza do Concello 2, 27120 Castroverde - Lugo Telf. 982 31 20 80 / 982 31 22 87 Fax: 982 31 30 11 Mail. [email protected] |
GUÍA TURÍSTICA
QUÉ VISITAR
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TORRE FORTALEZA DE CASTROVERDE
Castroverde 12712 Castroverde - Lugo De la antigua fortaleza del s. XIV, propiedad de los Condes de Lemos y Moscosos, sólo queda en pie la torre del homenaje, de 20 mts. de altura y 5 pisos, y las ruinas de las murallas, enclavada en la cumbre de una colina sobre la que se levanta la villa, sobre las ruinas de un antiguo castro. En el Museo Provincial de Lugo se hallan dos candados procedentes de este castillo, con grilletes para colocar en los pies de los presos, recuerdo de la primitiva cárcel. Muy próximos a esta torre se ubican varios caseríos con escudo.
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SITUACIÓN
Castroverde está situado al este de Lugo y su territorio constituye una zona de transición entre la meseta luguesa y las Sierras Orientales. El municipio está dividido en 37 parroquias.
CÓMO LLEGAR
Castroverde está situado al este de Lugo y su territorio constituye una zona de transición entre la meseta luguesa y las Sierras Orientales. El municipio está dividido en 37 parroquias.
CÓMO LLEGAR
En dirección Lugo - Asturias tenemos la C– 630. Los de Terra Cha suben por la D.P. 1611 y por lo que respecta a la Autovía, se puede acceder a los términos de Castroverde desde Sobrado do Picato; o por el Camiño Ancho (D.P. 1611); o desde o Carqueixo (cogiendo la citada C-630).
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HISTORIA
El escudo de Castroverde fue aprobado en un Pleno de 1992. Está encabezado por una corona condal y en el cuartel superior, de color verde, encontramos un castillo de plata, mientras que en el inferior, de color rojo, podemos ver un cordero pequeño de plata acostado y acompañado de un bollo de oro.
La corona condal le corresponde al Condado de Flammoso, uno de los 11 de la división sueva. Precisamente en las inmediaciones del castillo nace el río Chamoso, del cual la toponimia siempre fue el testimonio más fidedigno del que puede valerse la Historia, fortaleza de la cual el Rey Alfonso III subscribió algunos documentos.
El castillo, o lo que de él queda, se hizo por obra y gracia de los Condes de Lemos, y fue reformado posteriormente por parte de sus ilustres adquirentes. En 1514, el por aquel entonces propietario, Alonso Niño de Castro, Meiriño Maior de Valladolid, le vendió la villa, fortaleza y tierras de Castroverde y de Luaces, al conde de Altamira, en 5.500.000 marabedís, que por de aquella era una fortuna.
En principio fue castro, castro era cuando los romanos proyectaron, puentearon, empedraron, cabalgaron… a través de sus tierras, la Vía Lucus Augusti – Gigia. Hoy en día se están realizando importantes gestiones conducentes a una cierta recuperación/restauración.
Cuentan que al cerco de Lugo, sobre el año 714, cuando fue acometido por los de Alá, (aquellos vecinos a los que se les pidió un préstamo de fuerzas y acabaron de usureros, quedándose con la tierra o con la mitad de ella), acudió en socorro el Conde de Flammoso, y como estas tierras de siempre fueron la mejor despensa de Lugo, se abrió paso con un fato de vitelas, ovejas, carneros, cabras…, además del trigo y de otros abastecimientos.
Ya dentro de las murallas, llegó el día de la Pascua grande, de la Kevira musulmana. Un caballero, dolido de la indigencia de los sitiadores, les dio a los creyentes de Mahomet, para que pudiesen cumplir con su ritual, un fato de ovejas y de carneros, además del pan suficiente para que nada les faltase en tal solemne ocasión. Los muslimes reflexionaron: 'Ellos aguantan las heladas…, y luego que están bien abastecidos, incluso con huertas intra murallas… ¡mandémolos mudar!'
Mudar se mudaron, pero no hacia Astorga, pues nada más salir de Lugo cogieron la Vía de Castro Verde, dispuestos a asaltarla en todo cuanto allí quedase. Sabedor de eso el Bol-año, que tal apodo le quedó, arremetió tras de ellos, hecho un jabalí, y no paró hasta que los exterminó… precisamente en Covadonga, en la Cueva de la Señora.
El sobrenombre quedó de apellido, incluso dando gentilicio a la parroquia de Bolaño, cuna de sus mesnadas; tanto inzaron a los descendientes de aquel señor, tan generoso como valiente, que este apellido non es raro encontrarlo hoy en día incluso en las Américas.
La corona condal le corresponde al Condado de Flammoso, uno de los 11 de la división sueva. Precisamente en las inmediaciones del castillo nace el río Chamoso, del cual la toponimia siempre fue el testimonio más fidedigno del que puede valerse la Historia, fortaleza de la cual el Rey Alfonso III subscribió algunos documentos.
El castillo, o lo que de él queda, se hizo por obra y gracia de los Condes de Lemos, y fue reformado posteriormente por parte de sus ilustres adquirentes. En 1514, el por aquel entonces propietario, Alonso Niño de Castro, Meiriño Maior de Valladolid, le vendió la villa, fortaleza y tierras de Castroverde y de Luaces, al conde de Altamira, en 5.500.000 marabedís, que por de aquella era una fortuna.
En principio fue castro, castro era cuando los romanos proyectaron, puentearon, empedraron, cabalgaron… a través de sus tierras, la Vía Lucus Augusti – Gigia. Hoy en día se están realizando importantes gestiones conducentes a una cierta recuperación/restauración.
Cuentan que al cerco de Lugo, sobre el año 714, cuando fue acometido por los de Alá, (aquellos vecinos a los que se les pidió un préstamo de fuerzas y acabaron de usureros, quedándose con la tierra o con la mitad de ella), acudió en socorro el Conde de Flammoso, y como estas tierras de siempre fueron la mejor despensa de Lugo, se abrió paso con un fato de vitelas, ovejas, carneros, cabras…, además del trigo y de otros abastecimientos.
Ya dentro de las murallas, llegó el día de la Pascua grande, de la Kevira musulmana. Un caballero, dolido de la indigencia de los sitiadores, les dio a los creyentes de Mahomet, para que pudiesen cumplir con su ritual, un fato de ovejas y de carneros, además del pan suficiente para que nada les faltase en tal solemne ocasión. Los muslimes reflexionaron: 'Ellos aguantan las heladas…, y luego que están bien abastecidos, incluso con huertas intra murallas… ¡mandémolos mudar!'
Mudar se mudaron, pero no hacia Astorga, pues nada más salir de Lugo cogieron la Vía de Castro Verde, dispuestos a asaltarla en todo cuanto allí quedase. Sabedor de eso el Bol-año, que tal apodo le quedó, arremetió tras de ellos, hecho un jabalí, y no paró hasta que los exterminó… precisamente en Covadonga, en la Cueva de la Señora.
El sobrenombre quedó de apellido, incluso dando gentilicio a la parroquia de Bolaño, cuna de sus mesnadas; tanto inzaron a los descendientes de aquel señor, tan generoso como valiente, que este apellido non es raro encontrarlo hoy en día incluso en las Américas.